Policía procesado soportó en silencio insultos
Gritos e insultos profirieron a Waldir Fernández Romero, Betzabé Cruzado Rondán y Luisa Arteaga Ortega, esposa y madre respectivamente del Suboficial de Policía Miguel Casahuamán Arteaga victimado por el primero de los mencionados el 5 de agosto del año pasado en el centro de la ciudad y exactamente a una cuadra de la jefatura policial de Chimbote. El airado reclamo iniciado en el frontis del Ministerio Público obedecía a la indignación de los familiares del occiso que hasta el momento no encuentran Justicia y también al pedido del procesado de acogerse al beneficio de la Terminación Anticipada por el cual podría recibir una pena menor y volver a trabajar a la institución policial de la cual fue dado de baja tras los hechos de sangre. Este beneficio cuenta con el aval del fiscal Fernando Montoya y temiendo que lo mismo resuelva la juez Sara Valdivieso Grandez, del Primer Juzgado Penal, los familiares y amigos protagonizaron escenas de reclamo en la vía pública. En los pasillos de la Corte de Justicia y frente al juzgado en mención Betzabé Cruzado y su suegra encontraron al procesado sentado en una banca, acompañado de familiares, esperando ser llamado para la diligencia de la Terminación Anticipada. Solamente verlo generó en la esposa y madre de Miguel Casahuamán una reacción airada que tuvo que ser calmada por la juez Valdivieso Grandez que a los pocos minutos los llamó a su despacho para la diligencia la que fue resuelta en contra de la pretensión de Waldir Fernández quien al parecer apelará esta resolución. Poder fue el único medio que estuvo presente en el juzgado y captó estas incidencias ocurridas la tarde del Lunes. (31-5-11)
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