A tres días de la desgracia causada por el huaico generado en eldesembalse de la laguna La Encantada ha quedado ya establecido que la raíz de este desastre no está en un movimiento telúrico o las lluvias como se pensó inicialmente (era el argumento mas convincente) sino en el factor humano.
Factor humano cargado de irresponsabilidad nacida en el apetitoso lucro de quienes accedieron a la confianza de construir la represa de la laguna cada día más cargada de agua y que terminó como no debería serlo si tenemos en cuenta que una represa debe tener una consistencia que le permita durabilidad por muchísimos años cosa que en este caso no fue asi. Simplemente la construyeron mal.
La hipótesis de desastre natural también lo ha creído el Presidente Regional César Alvarez Aguilar quien preocupado por el tema obtuvo del gobierno la declaratoria de emergencia y con ello destinar recursos del canon minero en infraestructura hídrica y vial.
La emergencia ya está en marcha y servirá no solo para reconstruir la infraestructura vial afectada sino para trabajos de prevención sobre las más de 250 lagunas existentes en la región Ancash.
Alvarez Aguilar como primera autoridad regional ha hecho lo suyo y el gobierno ha cedido aunque es preciso resaltar que es la primera vez en la historia política regional y nacional que se decrete una emergencia por una mala obra y no por causas naturales cual es la razón de las emergencias.
Por ello resulta imperioso una urgente y minuciosa investigación de la construcción de la represa para establecer responsabilidades y sanciones penales y pecuniarias.
En la zona del desastre es unánime entre los pobladores de Llapo y Ancos, con sus caseríos, la seguridad que se hizo una obra de mala calidad.
El Alcalde provincial de Pallasca, Jesús Aranda Alvarez, ha sentenciado enfáticamente que la obra de la represa estuvo financiada por la municipalidad de Llapo y para cerciorarse del mal trabajo envió especialistas de Defensa Civil que se encarguen de la verificación de la consistencia del mismo.
El daño causado es tremendo y los responsables deberán pagar al Estado y a los damnificados y deudos de los desaparecidos todo el daño causado aunque con ello no se volverá a la vida a las víctimas mortales.
El pago al Estado no deberá estar centrado solamente en el costo que significó la estafa de una obra de mala calidad sino además en el nuevo gasto que se hará en una nueva represa y en toda la millonaria inversión de la nueva infraestructura vial y de redes eléctricas dañadas que permita volver a su estado originario todo el sistema de comunicación interrumpida.
¿Acaso merecen sanciones menos rigurosas quienes han actuado de forma tan irresponsable siendo conscientes que sacarle la vuelta a los recursos públicos metiendo menos cemento o fierros de todos modos iba a traer consecuencias?
Quien piense que este planteamiento es descabellado debe saber que toda obra física mal hecha trae consecuencias y así lo ha demostrado lo ocurrido en Llapo como puede suceder con un colegio débilmente construido que expone la vida de los escolares y docentes.
¿Y que empresa ejecutó la obra?. Algunos pobladores sostienen que se encargó a una empresa sin experiencia en el rubro cuyo gerente o administrador resulta ser familiar de un consejero regional lo que aún está por confirmarse, sin embargo, de ser cierto o no sobre estas personas de todos modos deberá caer todo el peso de la ley enviándolos a prisión.
Las interrogantes que deberán contestar los responsables de dicha represa están referidas a la falta de estudios de suelos tal como lo afirman algunas autoridades pallasquinas y este será el primer trabajo de investigación para el pipiolo Procurador Anticorrupción Richard Asmat.
Sirva de lección esta aciaga experiencia que nos enseña que corrupción y vida no van de la mano por tanto una de las dos tiene que ser extinguida y tiene que ser la primera. (17-2-12)
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