jueves, 9 de febrero de 2012

TRISTE ADIOS A SHEYLA ARCE, UN SER HUMANO COMO POCOS.

Se puede decir que Sheyla Arce fue despedida en olor a multitud y en olor a dolor. El dolor de familiares, de amigos, de vecinos y de todos que sintieron como suyo la pérdida de tan valioso ser humano como fue esta joven de 22 años de edad.

Primero fue en el templo de su Iglesia de Los Santos de Los Ultimos Días ubicado en la urbanización “Las Gardenias”, posteriormente en el campus de la Universidad “César Vallejo”, donde cursaba el noveno ciclo de la carrera de psicología.

Fue en este centro superior de estudios en que hemos podido tomar conocimiento de la calidad humana de Sheyla Arce a través de los testimonios de sus compañeros de aula de la carrera de psicología y de su profesora de esta carrera Susana Roggero.

Fue la docente quien contó la anécdota aquella según la cual Sheyla no podía concentrarse en sus estudios por el ruido ensordecedor de otros compañeros y ante ello se levantó indignada de su asiento para subir en una silla y desde ahí reclamar “¡silencio!”. Solo asi pudo continuar sus estudios y revelarse como una chica verdaderamente comprometida con sus estudios.

Como casi toda persona todos llevamos dentro un niño y el caso de Sheyla no era la excepción es asi que era amante de los animes y sobretodo de aquel que entonaba la canción “El mundo he de cambiar”.
Era precisamente ese su sueño cambiar este violento mundo desde el espacio que ocupaba y a través de la profesión que estaba por  terminar.

Fue su amigo Víctor Madrileño quien tuvo la gran idea de hacer sonar este tema para recordarla y que apenas se escuchaba en el ambiente sus hermanas se ahogaban en llanto y dolor.

Queda entonces en todos  asumir el compromiso de seguir ese sueño de Sheyla, el de luchar por cambiar el mundo hasta reducir a su mínima expresión la violencia.

Asi las lágrimas derramadas en el eterno adiós en el cementerio no serán en vano.(9-02-12)






No hay comentarios:

Publicar un comentario