Se torna más cuestionable la venta vía subasta pública del inmueble de la desaparecida Cooperativa San Carlos ubicado en la avenida José Pardo frente a la Plaza de Armas sobre la que existen indicios de irregularidades y sospechas de presunto favorecimiento a terceros interesados quienes se hicieron del bien a la mitad del valor que peritos autorizados tasaron dicho local.
A pesar de la denuncia pública del socio Jesús Rodríguez Cerna alertando sobre los vicios observados en el proceso de convocatoria del remate esta diligencia de todos modos se llevó a cabo el Lunes último en la oficina donde funciona la Comisión Liquidadora.
Aquí el martillero público Augusto Cruz Rossel inició el remate del edificio el que fue adjudicado directamente sin subasta alguna a la persona de Juan Carlos Aguilar Alva, según denunció ante la Policía Radovan Rademovich Roldán (45) persona dedicada al negocio de la compra y venta de bienes inmuebles en la ciudad de Lima.
Este medio buscó la versión, al respecto, de la Comisión Liquidadora por lo que llegamos a su local que funciona en la tercera cuadra del jirón Francisco Bolognesi y fue su única integrante mujer la que ofreció brindar declaraciones y a su pedido dejamos nuestro número telefónico para contactarse con nosotros, pero hasta la actualidad no lo hace en clara actitud evasiva.
Son innumerables las preguntas que debe responder los integrantes de esta Comisión Liquidadora cuya misión fundamental es recaudar dinero para devolverlos a los ahorristas estafados, sin embargo, al vender un inmueble a la mitad de su precio no hacen sino sembrar las dudas de un trabajo honesto.
Abona a las irregularidades la denuncia policial de Radovan Rademovich quien presume de una colusión y favorecimiento ilegal toda vez que a pesar de haber comprado las bases para la subasta finalmente no lo dejaron participar y el martillero Cruz Rossel tuvo que devolverle los 8 mil dólares de oblaje por derecho a participar en la misma.
El feliz ganador no solo del inmueble donde funciona un casino tragamonedas sino de otro local en Lima fue nada menos que Juan Carlos Aguilar ciudadano trujillano de 39 años de edad radicado en una amplia y protegida casa de tres niveles en Nuevo Chimbote hasta donde llegamos para entrevistarlo, sin embargo, no se encontraba.
Aguilar Alva deberá responder sobre todo de donde procede el mas de un millón de soles con que se adjudicó el local emblemático de la Cooperativa San Carlos.
En consulta a su RUC se precisa que es una persona natural sin negocio que inició sus actividades el primero de Septiembre de este año y que por extrañas razones le dio de baja el 22 del mismo mes lo que resulta por demás suspicaz y desde ya debería merecer la intervención de oficio del Ministerio Público.
Los socios ahorristas enterados de estos hechos no descartan además solicitar la intervención de los congresistas ancashinos a efectos de cautelar los bienes de miles de personas estafadas, algunas de las cuales ya fallecieron, y que ahora esperan la devolución de sus dineros. (16.Dic.09)
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