EL 12 de Diciembre del año 2006 el entonces Vocal de la Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia del Santa Enrique Salazar Guzmán fue victimado de un disparo en la cabeza en plena calle de la segunda cuadra del jirón Carlos de Los Heros (centro de la ciudad) y hasta ahora la Justicia es lenta para determinar quien fue el autor material y quienes los intelectuales además de conocer cual es el móvil oculto en tan cobarde asesinato.El pasado mes de Mayo recién la Primera Fiscalía Penal pudo formalizar ante el Poder Judicial denuncia en contra de un grupo de personas acusados del delito de Homicidio Calificado por Lucro y es el Tercer Juzgado Penal que el 27 del mismo mes decide aperturar instrucción con mandato de detención para todos los denunciados.Estos son Joan Montoro Gómez, Walter López Valerio, Jesús Oliva Camacho y Eduardo Rentería Estrada.El trámite que se ha dado al proceso es que Rentería Estrada, amigo del malogrado Vocal, logró que la Primera Sala Penal le varíe la detención en su contra por el de comparecencia restringida, sin embargo, no ocurre con los otros procesados que están en calidad de prófugos de la Justicia a excepción de Oliva Camacho quien está recluido en un penal de Lima.Ahora ha surgido la amenaza que el expediente sea remitido a la Primera Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la ciudad capital para que se tramite anexado al caso del crimen del Vocal Hernán Saturno Vergara a pesar que los hechos ocurrieron en nuestra ciudad y el domicilio de los investigados, a excepción de Oliva Camacho, quien condujo la moto que movilizó al sicario, es en Chimbote.De acuerdo a nuestras fuentes consultadas, es la Tercera Fiscalía Provincial Penal la que ha solicitado que el expediente 2009-1107 sea remitido a Lima supuestamente por existir cierta conexión con el crimen del Vocal Saturno Vergara asesinado de similar estilo que al magistrado chimbotano.Esta conexión la brinda el procesado Montoro Gómez al declarar que el móvil de la muerte de Salazar Guzmán sería, al igual que su colega limeño, fue por que “se habrían quedado con un dinero que estaba destinado para solventar un proceso que seguía ante la Primera Sala Penal para Reos en cárcel en Lima.El mismo que tuvo su origen en el decomiso de 1,747 kilos con 780 gramos de alcaloide de cocaína realizado el 7 de Junio del año 2002 en el inmueble de la avenida Pardo 2129…” y que pertenecía al Cartel de Tijuana.Según propia confesión del mismo procesado fue él quien tuvo trato directo con los autores materiales del hecho siendo una de las ocasiones el 7 de Diciembre del año 2006 cuando les entregó tres celulares comprados por su persona a pedido de aquellos y para lo cual le entregaron 400 dólares.En estas citas con el sicario apodado “La Muerte”, con un tal “Jaime” y Walter López Valerio, Montoro Gómez dice haber visto en otro vehículo, aparte en el que el chofer del empresario pesquero Eudocio Martínez Torres llegó a entregarle 50 mil dólares a los sicarios, al mismo empresario a quien luego pudo reconocerlo a través de una fotografía y este sería el financista de los sicarios.
Según el mismo procesado fue el pesquero quien ordenò a Lòpez Valerio la entrega del dinero.
Extrañamente esta versión luego ha sido desmentida por el mismo procesado en una ampliación de instructiva y a pesar de ello el pasado mes de Agosto el Juez Armando Nue La Matta remitió el expediente a la Tercera Fiscalía Penal para que el Fiscal Emilio Llanos Esquivez proceda conforme a sus atribuciones es decir amplíe la denuncia contra Martínez Torres, sin embargo, el Magistrado del Ministerio Público tiene otro criterio y devolvió el expediente al Tercer Juzgado Penal opinando que debe remitirse a Lima para adjuntarse con el proceso seguido a la mafia del Cartel de Tijuana.Cierto o mentira las declaraciones de Montoro Gómez deben ser investigadas a profundidad hasta determinar la autoría material e intelectual de este crimen tan sonado en su momento como lo es ahora el intento de llevar el caso a Lima.La decisión final la tiene el Juez Nue La Matta. (10.Oct.09)
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