Una primera manifestación de lo que podría ser un feroz enfrentamiento entre comuneros de Huanchuy y de Quillo, por la disputa de Cerro Colorado donde desde hace tres meses se explota oro de forma ilegal y artesanal, se registró ayer Lunes.
En este conflicto también participan un numeroso grupo de extractores del mineral traídos desde Ica y Nazca por empresarios mineros quienes defienden su fuente de trabajo ante la arremetida de ambas comunidades, ubicadas a dos horas de la ciudad de Casma y a dos horas más para llegar al apetecido cerro.
A fin de evitar un derramamiento de sangre intervinieron el Obispo de Chimbote, Monseñor Angel Simon Piorno y la Defensora del Pueblo, Dra. Roslyn Villanueva, sin embargo, sus esfuerzos son superados por la rivalidad de la ambición del oro.
Ayer Lunes 5 mientras que un grupo de comuneros de Quillo se enrumbaban a Cerro Colorado para desalojar a los extractores, por el otro lado del extenso cerro en horas de la tarde se registraba un enfrentamiento entre comuneros de Huanchuy contra los obreros contratados (a los que ellos han denominados invasores o trepones).
Pese a nuestra insistencia para subir a lo alto de los cerros por el lado de Huanchuy para registrar los hechos, el chofer de una camioneta que transportaba comuneros amenazó con despojarnos de nuestra cámara en caso cumpliéramos nuestra misión.
“Es que ya ha pasado que llevan la información y después dicen otra cosa, aquí no ha habido muertos como han informado que si los hubo” dijo el conductor que raudo se dirigió a lo alto del cerro llevando agua.
La Posta de Salud de Huanchuy registró el ingreso de los heridos identificados como Walter Sandoval Gutiérrez (39) que llegó con un amplio corte abierto en la cabeza que tuvieron suturarle con 25 puntos. También Manuel Acuña Vega (27) y Carlos Zevallos Morán (27), éste último con una herida leve en el rostro producto de un piedra lanzada. En horas de la noche llegó Víctor Hugo Ruiz Aparicio (34) con residencia en Casma.
Hasta horas de la noche la comunidad de Huanchuy estaba enardecida y dispuestos a no dejarse arrebatar lo que consideran será, desde ya, la principal fuente de trabajo de la zona habitualmente dedicada a la agricultura.
El papel de la Policía al mando del Comandante Luis Colán y del Fiscal Julio Obregón Chinchay fue la de exigir a los comuneros de Huanchuy la entrega de los 14 invasores detenidos, entre ellos un menor de edad. Los agentes del orden no pudieron llegar a la zona del conflicto por la lejanía del Cerro y el tosco camino pedregoso que dificultaba el acceso de vehículos. Solamente llegaron hasta el campamento de Huanchuy donde estaban los detenidos. Aquí se observó también sacos conteniendo material aurífero que lo habían trabajado horas antes.
Como quiera que para llegar o salir de Quillo se tiene que pasar obligadamente por Huanchuy en la noche todos los vehículos que bajaban a Casma eran revisados por los comuneros buscando a toda persona extraña o comuneros de Quillo.
De no existir la decidida intervención de la autoridad minera o gubernamental es posible un desenlace fatal. (6-4-10)
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